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sábado, 21 de febrero de 2009

¿Por qué escribo?

Escribo porque sí, porque me da la gana, escribo porque me dejo de tonterías y escarbo en mis entrañas aunque duela para sacar todo lo que soy o en lo que me he convertido.
Escribo porque puedo y porque no puedo, porque me enseñaron el alfabeto y como reunir las letras hasta formar una palabra, casa, mamá, mi mamá me mima, pollo, perro, pero no me enseñaron como juntar mis emociones una a una y ponerlas en un papel y expresarlas, porque el dolor, el amor, el entusiasmo, la decepción, también quieren salir, quieren conocer el mundo.

martes, 17 de febrero de 2009

LA VELA


Era muy esbelta, orgullosa, se notaba cierta suavidad en su textura, sus colores eran brillantes y le gustaba iluminar.
Cada vez que era encendida, por su cuerpo se deslizaba suavemente eso que la mantenía fuerte y firme.
Su calor y resplandor eran su mayor orgullo.
Su cuerpo fue encogiéndose a fuerza de tanto alumbrar, así presintiendo su fin, la vela fue extinguiendo su débil llama.

VOLVER



Vacío
Volver
Desierto
Volver
Extinto

CULPABLE


Me declaro culpable de perseguirlo,
De acosarlo con mis pensamientos,
De soñar noche a noche con él y con sus besos
De mirarlo a hurtadillas cuando poda las rosas del jardín,
De oler sus camisas cuando no me está viendo.
Me declaro culpable porque después de tantos años
Aún tiemblo cuando roza su mano mi cintura.
Me declaro culpable de esperar a que se duerma
Para contemplarlo así en la penumbra
Apenas bañado con la luz de las estrellas
Me declaro culpable porque al paso de los años…
Lo sigo amando.

ADICTA



Me declaro una adicta a tu mirada,
Esa mirada que cuando me ve
Parece traspasar todo mi ser
Y se fundiera con mi alma
Me declaro una adicta a tu arruga,
A esa que se marca en tu entrecejo
Y que te hace parecer un eterno pensador.
Me declaro una adicta, una adicta a esa zona
de tu cara entre el labio superior y la aleta de la nariz,
que cuando la acercas a la mía sin hablar
me provoca una descarga eléctrica que me traspasa
de la coronilla a la planta de los pies.
Me declaro una adicta, si, una adicta
A la forma de tus dedos, a tus manos
Que parecen tener vida propia cuando recorren
Mi cuerpo de punta a punta.
Me declaro una adicta
A la textura suave de tus párpados, al olor de tus cabellos
Recién lavados, a la línea que se dibuja desde tus hombros
Hasta la nuca, tantas veces por mis labios recorrida.
A tu andar cansado cuando llegas por la tarde
Y sin palabras me dices que me amas.
Me declaro una adicta a todo eso y más
Y si por ser una adicta hay que pagar un precio
Que sea con besos que cubra yo ese costo.